¿No es irónico que buscamos fuera de nosotros mismos nuestro propósito de vida? Con razón perdemos tanto tiempo en encontrarlo. Nos enfocamos en todo lo que nos hace falta. Por ejemplo, si no soy bueno en las finanzas entonces tengo que aprender y dominar eso antes de lanzarme a abrir mi propio negocio. Y cuando nos sentamos a estudiar y practicar pues resulta que no nos viene con la facilidad que esperábamos y entonces lo dejamos a un lado, ponemos nuestro sueño en standby hasta otra ocasión… donde por magia nos entren los números en la cabeza… cosa que lo más seguro es que no suceda. 

Este es solo un ejemplo de los miles de bloqueos mentales que nos pueden poner freno de lograr vivir la vida que queremos y para la cual estamos destinados. Y que insatisfactorio es vivir una vida sin propósito y dejar que los años pasen sin que hagamos las cosas apasionadamente. 

Muchas veces nos cuesta creer que tenemos una caja de herramientas de vida, que nos va a ayudar a hacer en nuestras vidas lo que estamos destinados a hacer. A esa caja no le falta ni le sobra nada, está ahí desde el momento que naces y va lo largo de tu vida se ha ido llenando, muy probablemente sin que te des cuenta, de las herramientas que necesitas como experiencias, sueños, aprendizajes, etc. 

Estas herramientas son lo que necesitas para vivir una vida con propósito. Pero el tiempo, el miedo y simplemente dejar que los días pasen nos ha hecho guardar esa caja sin mayor atención y es la razón por la cual a muchos nos cuesta identificar para lo que realmente estamos hechos. 

Hoy quiero compartir lo que veo ha ayudado a mis clientes a desempolvar su caja y a usar cada herramienta para su vida personal y sobre todo para lograr contribuir en la vida de muchos desde su vida profesional. Estoy son algunos de los pasos en los que acompaño a mis clientes para que puedan trabajar en el legado más importante de la vida que es el de ayudar a otros:

1. Inventario de tu caja de herramientas

Lo primero es desempolvar tu caja, abrirla y hacer un inventario de cuales son esas herramientas que están ahí guardadas, esas que te ha dado la vida. Es conocer a profundidad cuales son tus fortalezas, los valores que guían tu actuar y tu pensar, tus sueños y tus intereses. Es hacer un inventario completo de experiencias, viajar en el tiempo y analizar tu historía hasta al día de hoy, identificar que experiencias has tenido que te susurran o te mandan señales a gritos de lo que estás hecho para hacer en a vida. Como ya te mencioné, nada de estas cosas por las que has pasado han sido en vano y en este inventario lo que queremos es deconstruías, verlas todas (puede ser en un mindmap) y empezar a relacionarlas y encontrar patrones. 

Es un proceso de auto-reflexión y de auto-conocimiento y debes estar preparado a que este no sea fácil, pero estar convencido que vale la pena. Estoy segura que la vida ya te ha mandado señales del para qué estás hecho, puede que ya lo hagas, pero igual si quieres llegar a otro nivel pues es necesario que mantengas esas herramientas limpias y a la mano para ser usadas. 

2. Conocer y valorar lo que los otros ven en ti 

Esto no se trata de suponer sobre lo que otros piensan sobre ti, porque las probabilidades son muy altas de que lo que supones que ellos piensan, no llegue ni a la mitad de la verdad o estés completamente equivocado. 

En el libro “The Feeling Good Handbook” del Dr. David D. Burns (uno que altamente recomiendo) habla sobre como nuestros pensamientos muchas veces son influenciados por nuestro sentir, si estamos en momento pesimista pues vas a pensar que todos a tu alrededor te ven de forma negativa, en otras palabras, te ven mal.Es como tener un filtro en tus pensamientos que te hacen ver las cosas de una forma que no refleja la realidad. 

Conocer que piensan los demás de ti se logra mediante preguntas a aquellos que te rodean cómo

• Cuáles crees que son mis 3 mayores fortalezas?
• Cuáles crees que son mis 3 mayores debilidades?
• Cuáles crees que son mis 3 mayores valores?

Hay otras preguntas que nos ayudan a identificar cómo te perciben los demás, estás son importantes que tengan como base un objetivo claro. Igualmente, es importante hacer estas preguntas a una variedad de personas con las que te relacionas de diferentes maneras (compañeros de trabajo, socios, familiares, amigos, pareja, etc.). Obviamente si le preguntamos a nuestras mamás y solo nos quedamos con eso, pues el valor de saber que nos ven perfectos en sus ojos de amor maternal no nos ayudará mucho en el ejercicio de conocernos en todos los ángulos. 

Los resultados muchas veces sorprenden y muchas veces afirman el valor que tienes en la vida de los demás (que así lo creas o no, lo más seguro es que ya estás teniendo un impacto positivo en la vida de otros) y finalmente nos ayuda conocer aquello que los demás necesitan de ti (lo que muchas veces tiene un indicativo claro de para que estás hecho). 

Aquí me gustaría darte un ejemplo, tengo una cliente que descubrió en este proceso que los demás veían en ella una capacidad de escuchar y ayudar a aquellos que la rodean. Estos datos a pesar de ser evidencia, le sorprendieron, es algo que algo que ella misma en momentos se había ya refutado y ver que algo que ella no creía tener como habilidad pero que los demás si lo agradecían de ella, la ayudó a tomar la decisión de lanzarse a ser coach. 

2. Conocer y valorar lo que los otros ven en ti 

Una vez que tienes claro qué está adentro de tu caja de herramientas, lo más importante es saber para qué las vas a usar y cómo. En este punto del proceso, lo más seguro es que ya tengas una idea un poco más clara de que podrías hacer en tu vida profesional para contribuir a otros.

Es entonces en esta fase en la que se arma un plan conciso de oportunidades para tomar acciones en las que pongas en práctica esas fortalezas y valores enfocados en hacer lo que quieres hacer con tu vida.

Algunas de estas oportunidades son:

• Presencia online – este es un must. Debes contar con una página web, redes sociales en las que se encuentre tu audiencia. De otra forma va a ser difícil lograr credibilidad.
• Exposición pública – otro punto esencial. Encontrar la forma de lograr compartir con otros tus conocimientos. Esto lo puede lograr de muchas formas como: escribir un blog, dar webinars, conferencias, cursos, enseñar en la academia, escribir artículos o libros, etc. 
• Expandir tu red de contactos – en el libro “Dare to Lead” de Renee Brown, ella habla de la importancia de conectarse. Estamos en un mundo que cada vez nos individualiza más, y aunque es algo que pocas veces se habla o somos capaces de aceptar, el número de personas que siente soledad es cada vez mayor. Y te preguntarás qué tiene esto que ver con vivir mi vida de propósito? La respuesta es TODO. El ser humano necesita las relaciones tanto como necesitamos la comida, el no tener contacto con los demás, cercano y de calidad causa depresión y es uno de las principales causas de fracaso en el trabajo y la vida. 

“Todo aquello que puedas o sueñes hacer comiénzalo. En la acción hay magia, gracia y poder.”

– Johann Wolfgang von Goethe –

Hay mucho trabajo para lograr vivir una vida con propósito, es un trabajo constante y de nunca acabar ya que siempre estamos en desarrollo y crecimiento, por lo que es importante que empieces ese trabajo personal hoy. 

Aunque aquí te compartí unos pasos claros que puedes seguir, lo más importante es preguntarte: ¿Para qué quiero una vida con propósito? Y si esa respuesta es para contribuir en la vida de otros, te aseguro que el camino será mucho más sencillo y cada paso que tomes te irá abriendo puertas y ventanas hacia tu meta. 

Si quieres trabajar en encontrar tu propósito junto el apoyo de alguien no dudes en escribirme.